
No quiero decir nada mas de la entrada anterior, ha tenido consecuencias, si una de ellas que todo este tiempo estuviera sin escribir, no he tenido fuerzas para ello, me he visto incapaz de ponerme delante del PC a escribir, ni siquierame he pasado por vuestros blog, me quede tan mal, sin tan mal interiormente por la entrada, y tal mal por un mensaje que recibí, a ese mensaje no le he dado contestación, no sé qué decir, no tengo palabras para expresarme, lo siento pero los años dan sabiduría y malicia, cosa que yo no tengo, todo ello me llevo a un gran coma emocional, coma que no he salido hasta hoy.
Pero la noche se me resistía, he sentido ese hormigueo, mis dedos querían pulsar las insonoras teclas de este teclado, necesitaba volver a teneros cerca, pero la chispa no ha llegado hasta que cierta persona que no hablaba con ella desde h
ace tiempo, ha sido aparecer y la chispa me ha hecho pedirle algo, necesitaba algo para poner en el blog, no le he puesto condiciones, simplemente le he dejado que escribiera libremente, y así lo ha hecho, aunque dice que carece de capacidad creativa y todas esas cosas, ha hecho que mi mente recordara momentos pasados y mis ojos se inundara de un liquido trasparentoso y sedoso que recorría mi fina mejilla.
GRACIAS TIZ
Una de las múltiples visiones de Tbc:
“Ayúdame” esa es la palabra que me ha llevado a escribir en este atardecer.
Ayudar a romper el silencio, gran aliado mío, que atosiga la vida de un, iba a escribir conocido… pero lo puede considerar amigo… creo que sí: que atosiga la vida de un amigo, con todas sus letras aferradas.
Me tengo que centrar, y sobretodo procurar no llegar a la cursilería que tanto odio, y que tanto le gusta a él.
“Mi imagen” me ha dicho. Su imagen… “simplemente escribe”… ¿Sabrá que no hay nada más difícil para mí que escribir sobre otras personas? Y más si las criticas pueden dañar… No quiero que vuelva a sufrir.
Pero esto no es una crítica, simplemente una visión desenfadada y con ese algo... Será por eso que me encuentro caminando por la casa, rumiando cada detalle que almaceno de sus palabras, con un cosquilleo nervioso por el cuerpo… Él siempre ha necesitado desahogarse y a mi me rodea el silencio más apto para escuchar; aunque mi ayuda sea más bien escasa.
Mientras divago por el pasillo veo mi reflejo en el espejo, pero no es el mío. Atónito observo unos ojos marrones, intensos, y unos rosados labios carnosos que se antojan dulces… Su expresión austera, serena… con cierto halito a nostalgia por lo perdido, por lo no tenido. Y esa luz, esa tenue luz propia que refleja su magia desgastada.
Me viene a la cabeza una de sus fotografías, protegido tras una máquina de fotografiar. Siempre escondido. “El trabajador compulsivo” creo recordar que es como alguien le calificó, río.
¿Pero que queréis? Ha sufrido y no ha tenido manos amigas.
Igual… Quizás… fue ese el motivo que le condujo a crear un pequeño espacio en el inmenso universo de la red donde él pudiera ser verdaderamente él: un chico manchego de por aquel entonces 17 años. Lástima que no supiera que en este mundo virtual también abundamos las malas personas. Sí, Tbc, yo entre ellas. Lo que pasa es que se tiende a idealizar, de ahí que tú me mires con buenos ojos y me hayas pedido este minúsculo favor, por el cual me siento alagado. Pero no lo sé con exactitud, sabes que mi inteligencia brilla por su ausencia y puedo estar equivocado.
Es curioso, y no puedo evitar dibujar una extraña sonrisa en mi rostro al pensarlo, en la vida real seguramente no nos podríamos ni ver: somos extremadamente diferentes. Los antagonistas de nuestras vidas.
Tú y tu corazón roto buscáis remedios para volver a reanimaros, yo, sin embargo, hago gala de un corazón negro, insalvable por podrido.
“Ayúdame” me has dicho, cuando yo antes perezco en el intento que buscarme un aliado. Y lo que es peor de todo: yo he dudado de ayudarte cuando tú te lanzaste sin pedirlo. Entre tantas cosas ahora tengo unas cabeceras en el blog que no bajan de maravillosas. Y no sólo me has ayudado en lo material, por decirlo de alguna forma, sino que tus consejos y apoyo han estado siempre ahí, y es algo de agradecer… y mucho.
Y en eso coincidiremos muchos, porque no sólo me has ayudado a mí, sino a todos, y siempre desinteresadamente.
Aunque yo, he de confesarte, la primera vez que me llamaste por teléfono me entraron unos instintos asesinos increíbles, pero comprender: le había suplicado que no me llamara, pero luego colgué tan feliz tras hablar con él. Porque tiene fondo, y como habréis podido descifrar tras los matices de sus escritos, bueno. Tiene buena estrella y brilla con luz propia.
Porque… ¿Sabes Akien? En resumidas cuentas tú eres verso definido; yo prosa indefinida. ¿Qué más puedo decirte con el corazón en un puño que es como más duele?
Pues que seas feliz, VERDADERAMENTE FELIZ.
Espero, que estas palabras encaden de nuevo el blog, y las palabras y los sentimientos se conjuguen para escribir textos tan bonitos como este…
Os espero….
Un Gran beso.